Si el Análisis de Ciclo de Vida (ACV) es la metodología más aceptada en la actualidad para medir de manera holística los impactos ambientales, la Huella Ambiental de productos, servicios u organizaciones, es la herramienta que, basada en el ACV, se impone como la ecoetiqueta multicriterio que nos permitirá comparar “peras con peras y manzanas con manzanas”
La Huella Ambiental es una metodología desarrollada en el marco de la Estrategia Europea 2020 – “Una Europa eficiente en el uso de los recursos”, propuesta que cumple casi diez años, y que se propone optimizar la productividad de los recursos desacoplando el crecimiento económico del uso de estos, tomando para ello una perspectiva de ciclo de vida. Dentro de sus objetivos se destaca el “establecer un enfoque metodológico común que permitiera a los Estados miembros y al sector privado valorar, presentar y comparar el comportamiento ambiental de productos, servicios y empresas sobre la base de una evaluación exhaustiva de su impacto ambiental en todo el ciclo de vida (“Huella Ambiental”)”.
La huella ambiental es una medida multicriterio del comportamiento ambiental a lo largo del ciclo de vida de un bien, servicio o de una organización que proporciona bienes y servicios, bajo reglas estandarizadas que incluyen 16 criterios ambientales en el caso de la Unión Europea, y que permite entregar información clara, multicategoría y comparable.
Desde 2013 se comenzaron a pilotear estudios y pruebas en diferentes productos. Luego de evaluaciones internas de los resultados, en 2018 se aprobó la metodología de la Huella Ambiental en Europa. De esta manera hoy existe la posibilidad real para los consumidores, que prefieren de más en más productos trazables en sus aspectos ambientales, de tomar una decisión de compra informada.
El objetivo de esta herramienta es lograr una reducción efectiva del impacto ambiental de los bienes y servicios y de las organizaciones que los producen, considerando desde las cadenas de suministro, pasando por los insumos y su extracción, la gestión de residuos, incluyendo la producción y su uso.
Resulta interesante que se hayan incluido en los primeros estudios productos como el vino y el sector del cobre, dos industrias donde Chile es un importante productor y exportador. Cabe mencionar que el desafío para estos productos es enorme. La industria vitivinícola de nuestro país ha desarrollado desde hace ya dos décadas numerosas iniciativas en este sentido y la “Minería Verde” está comenzando a ser tema de discusión, con visión holística, desde hace algunos años, lo que permitirá desviar la visión tradicional desde un commodity a un producto con valor agregado.
Séché Group Chile, a través de sus servicios de Total Waste Management y Gestión integral de residuos industriales, incorpora la visión de ciclo de vida, contribuyendo de esta manera a disminuir los impactos ambientales, reducir la generación de residuos, favorecer la economía circular y así dar un mejor uso a los recursos finitos de nuestro planeta.